Si bien es verdad que la viña no tiene, para ser cultivada, demasiadas exigencias en cuanto a clase de tierra, ya que zonas en la que casi es imposible cualquier otro tipo de cultivo aceptan ser transformadas en viñas, lo cierto es que una vez plantada ésta al agricultor le esperan muchas horas de trabajos casi ininterrumpidos a lo largo del año para poder sacarle el debido rendimiento.
Ya los refranes “La labor de la viña ella la paga en vendimia” y ” Dice la viña al viñadero: pues con amor te doy mis racimos cuídame con amor”, demuestran que una buena cosecha de uva ha requerido, desde el inicio del ciclo, una vigilancia y un cuidado constante por parte del viñatero.